Acoso escolar
"Acoso en las instituciones educativas"
Es una forma de violencia
entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera
constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de
manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad.
El acoso escolar causa daños físicos, sociales o
emocionales en quienes lo sufren. Los estudiantes que son víctimas de acoso
escolar no suelen defenderse, al principio creen que ignorando a sus agresores,
el acoso se detendrá. Tampoco suelen decir a sus padres y maestros que están
siendo acosados por temor. Por ello es necesario generar en la familia apertura
para que los hijos nos cuenten lo que ocurre en la escuela e intervenir para
detenerlo. En el acoso escolar intervienen: los agresores, las víctimas y
los testigos. Los testigos son los alumnos, docentes u otros miembros de la
comunidad escolar que presencian las agresiones hacia las víctimas e
increiblemente no hace no dicen ni rumoran nada. Estos últimos juegan un papel
fundamental al apoyar a las víctimas y denunciar el acoso, pues suelen
estimular las agresiones, cuando se ríen, aplauden o felicitan a los agresores. Además
del daño físico y emocional que provoca la violencia, quienes viven en esas
condiciones corren el riesgo de aprender a reaccionar con violencia,
acostumbrarse a ella y a creer que es parte de la vida diaria ser maltratado,
ofender a los demás o hacerles daño.
Deberemos tener especialmente en consideración la
situación de vulnerabilidad de la víctima. Las situaciones en
las que ésta parezca estar en situación de cierta indefensión, socialmente esté
peor posicionada, físicamente se perciba como más débil, no disponga de
suficientes herramientas eficaces de defensa, manifieste cierta falta de
capacidad de respuesta hacia los ataques o el acoso tenga un componente de
discriminación por razón de género, identidad u orientación sexual, origen,
cultura, condiciones personales, etc.
Además de las anteriores, hay ciertas
características que nos servirán como indicadores para diferenciar e
identificar correctamente una situación de acoso escolar. Son las siguientes:
·
Humillación: Se
persigue que la víctima quede humillada y dañada en su posición grupal.
·
Rechazo: Las
acciones realizadas no son aceptadas por la víctima, pese a que el agresor/a
las describa como una broma o un juego, aunque en algunos casos la propia
víctima acepte la situación como una especie de "peaje" para ser
considerada como parte del grupo.
·
Búsqueda: Las
situaciones no ocurren por casualidad, los encuentros agresor/a-víctima son
planificados y se buscan deliberadamente.
·
Inhibición de los
observadores. La víctima está sola frente al agresor/a,
pocos o ningún observador/a le apoya o defiende.
·
Silencio: El
grupo de iguales guarda silencio ante las preguntas de los adultos que se
interesan por lo que sucede.
·
Reiteración: La
víctima recibe de forma continuada y sistemática ataques de diferente tipo,
desde uno o varios frentes y durante bastante tiempo.
·
Superioridad: El
agresor/a es, en algún aspecto, más poderoso/a o superior que la víctima.
·
Focalización: Frente
a otras situaciones en las que un alumno/a emite conductas inadecuadas hacia
sus compañeros/as, de forma más o menos indiscriminada, en el caso del acoso,
los ataques se producen hacia una misma persona.
·
Paralización: La
repuesta de la víctima suele ser el silencio, la aceptación y el sufrimiento en
solitario.
·
Invisibilidad: Las
acciones se calculan para ser realizadas en espacios (físicos o virtuales) poco
frecuentados por los adultos y tiempos escolares con menor supervisión, aunque
también puede haber ataques sistemáticos en presencia de adultos.
·
Gratuidad: Las
agresiones son gratuitas. No presentan ningún tipo de justificación.
·
Exculpación: Los
agresores/as suelen tratar de exculparse escudándose en frases como "sólo
estaba jugando", "a mí también me lo hacen", "alguien me lo
hizo antes", "había otros que también lo hacen…" al contrario de
lo que sucede en otro tipo de agresiones en las que el agresor/a trata de
elaborar una argumentación que justifique sus acciones.
·
Indefensión :
La reacción típica del agredido/a es no decir ni hacer nada. Aguantarse con lo
que le han hecho. También hay una indefensión ajena, no encontrando ninguna
ayuda del grupo para salir de la situación.
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